La RAE dice sobre un ermitaño: 1 Persona que vive sola en una ermita en donde se dedica a la oración y al cuidado del lugar. eremita. 2 Persona que vive sola en un lugar deshabitado, especialmente si se dedica a la oración. eremita. — adj./s. m. y f. 3 Se aplica a la persona que vive en soledad sin mantener contacto con los demás. No me dedico a la oración, supongo que debe de haber algo mas, después de este paso, sino es así y estoy equivocado, entonces solo me resta añadir, "qué el cielo y el infierno, es una misma cosa y están juntas en el mismo lugar, aquí, en la tierra y ahora", no pretendo hablar de política o escribir sobre ella, ni tampoco pretendo que este sea un espacio sobre un diario, solo quiero expresarme, contar lo que siento, sin necesidad de hacerlo frente a alguien, cómo si hablara conmigo mismo. Las personas son ellas y sus circunstancias, están son las mías, no soy filosofo, ni tampoco poseo una carrera universitaria, soy del pueblo llano, uno mas que un día fue aventurero, soñador y algo bohemio, creí en la gente, ahora no creo en nadie, pretendo que esto sea algo parecido a un libro, no se si cuando me canse de escribir para mi, volveré a hacerlo, es difícil sin ser universitario, periodista o experto en la materia el tener acceso a publicar algo, cómo esto es así y desconozco como se debe de hacer, lo realizo por este medio, si alguien al leerlo no recibe contestación alguna, qué no lo tome como una falta de respeto, no es mi intención, la puerta queda abierta para quien desee pasar y leer un libro, sobre una de tantas vidas reales, que decide por circunstancias convertirse en EL ERMITAÑO. Un saludo.

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La postal que no puede faltar.Son 7 fotos unidas en Photoshop. El autor Manuel Pozo Coronado

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miércoles, 26 de enero de 2011

capitulo 3º (pagina XXXII)

Chasque la radio del vehículo, el tano me avisa de que me llaman por radio.- aquí tango 23 ¡ respondo, es el maño, me ordena de embarcar al personal, iniciamos movimiento en dos minutos, otra vez a la carretera, ahora ya de vacío, debemos de salir de este infierno.

Ordeno a mi gente de embarcar, a la carrera, guardo esta vieja foto de mi familia en mi bolsillo, al lado del corazón, de mi corazón, donde siempre va conmigo, mi mente empieza nuevamente a discernir la manera de salir de aquí sin bajas, después de esto no se qué narices haremos, ni cuál es la siguiente misión, supongo que será de momento, llevar el convoy de vuelta a SPLIT o como muy cerca a Dracevor y que otros se encarguen de su escolta hacia zona segura, a retaguardia, me pongo en mi sitio, otra vez en cabeza de columna, como siempre, doy un último vistazo a mis lados para comprobar que esta todo en orden, la población musulmana nos despide entre sollozos y agradecimiento, diviso a la madre que viene corriendo hacia mi posición, el motor del vehículo ruge en espera de su movimiento, de iniciar el caminar lento de estas quince toneladas de hierro en bruto, pintada de color blanco, con el tiempo justo antes de salir me hace que medio cuerpo se descuelgue por el exterior derecho del vehículo, entre los sacos terreros, me acerca una rosa y cuando voy a cogerla con mi mano, ella me la agarra con fuerza, me la besa por encima del guante y a gritos me dice.- Dobro, spañolo”.- de sus mejillas cae una lagrima, al fondo ese armario ropero rubio, que a la lejanía se cuadra y militarmente me saluda, con un gesto de agradecimiento en su movimiento de cabeza, por mi parte le devuelvo el saludo militarmente, posiblemente sea un adiós y suerte, tal vez nunca más vuelva a verlo, ni a él, ni a los críos, ni a su amada mujer.

Inicio el movimiento a la orden vía radio, me agacho hacia el interior del vehículo y ordeno de abrir las troneras laterales, al tano que entre dentro del vehículo y cierre la trampilla del conductor, hasta salir de esta ratonera, al madriles que cargue la 12/70 y se mantenga a la espera, vuelvo a sacar la gaita por la trampilla del jefe del vehículo, agazapado entre los sacos terreros y de forma que pueda ver el camino de salida, en este lugar los jefes de pelotón y de sección son las bajas que más puede sufrir una unidad en conflicto, ya que somos los que más andamos en descubierto, pero es nuestro trabajo es así y son riesgos que debemos de asumir conscientemente.

No creo en nada, hace demasiado tiempo que estoy aquí y esta situación me hizo de dejar de creer en lo divino, aun así, rezo lo poco que se y me pre signo, en espera de poder volver sin novedad y que este ángel de la guarda que nos protege, lo siga haciendo, por lo menos hasta la vuelta a base, mañana, tal vez sea otro día, estoy cansado y supongo que mi gente igual, pero no puedo demostrar este cansancio a la vista de mi gente.

El frio me recorre todos los huesos, el sudor que empapa mi cuerpo me hace de temblar desde los pelos de la cabeza hasta la punta de los dedos del pie, me pego lo más posible al motor del vehículo, el calor que desprende de los ventiladores al menos me calentara parte de la cara y de los dedos de las manos.

Estamos en movimiento, recorro el puente, a toda velocidad, espero que no surja ningún contratiempo, espero llegar a base con mi gente, mañana, espero ver de amanecer nuevamente, hace frio, un frio que me cala hasta los huesos, mañana será otro día en este puto infierno.